Comunicación política y marketing
Columna 2 "Mar de Leva"
Existe una diferencia conceptual y teórica entre el marketing (mercadotecnia) y las comunicaciones políticas. En los últimos años se ha venido confundiendo estas dos técnicas en el empleo de la promoción de un proyecto político o un determinado candidato, sin que nadie coloque la línea divisoria entre ambos.
Venezuela siempre ha sido un ambiente proclive a este tipo de procedimientos, para la campaña de 1988 la “venta” de la propuesta electoral llegó a tales extremos que los principales candidatos pusieron en las tarjetas de votación sus “marcas” políticas en vez que sus nombres por ejemplo “CAP” y “El Tigre”, de Carlos Andrés Pérez y Eduardo Fernández, respectivamente.
Cada actor político debe convertirse en un comunicador audaz, sea de forma directa o indirecta empleando los diferentes medios de comunicación social, de esta forma el dirigente podrá utilizar diferentes herramientas en procura de alcanzar la meta de la persuasión del receptor, es decir, el elector.
Desde el artículo de opinión, la nota de prensa, la rueda de prensa, o pasando por la entrevista el política debe insistir en la promoción de su discurso político para penetrarlo lo más posible entre la opinión pública. Para convertirse en un buen comunicador político existe unos principios básicos: Relevancia (mensaje apropiado al auditorio específico), Sencillez, Definición (Definir conceptos antes de emitir ideas), Estructura (el discurso debe poseer hilaridad y coherencia), Repetición (redundar en los tópicos claves del mensaje), Comparación y contraste, y por último Énfasis.
El profesor Rafael Yanes Mesa conceptualiza el termina de comunicación política como “la base sobre la que el político construye su edificio comunicativo. Es una obra arquitectónica que tiene que estar perfectamente planificada en su integridad”, mientras que el marketing se encierra en las técnicas de la venta de un producto, que siempre será realizada por empresas especialistas en esta área, mientras que la comunicación política debe ser realizada directamente por el dirigente y/o candidato.
En la comunicación política se debe crear un ambiente propicio donde se entrelace el pensamiento del poder político y las respuestas de la sociedad, edificando un diálogo permanente, que en la actualidad se ve reforzado a través de los métodos de la comunicación 2.0 (twitter, facebook, blogs).
Mientras que el marketing político se encarga de mercadear la imagen del candidato, de vender el perfil de este en términos más comerciales que de relación político-interpersonal, las comunicaciones se basan en incentivar una retroalimentación entre ambos, sólo afectada en determinados casos con la mediación de ciertos medios de comunicación.
@jdsolorzano/ solorzano.dj@gmail.co
Existe una diferencia conceptual y teórica entre el marketing (mercadotecnia) y las comunicaciones políticas. En los últimos años se ha venido confundiendo estas dos técnicas en el empleo de la promoción de un proyecto político o un determinado candidato, sin que nadie coloque la línea divisoria entre ambos.
Venezuela siempre ha sido un ambiente proclive a este tipo de procedimientos, para la campaña de 1988 la “venta” de la propuesta electoral llegó a tales extremos que los principales candidatos pusieron en las tarjetas de votación sus “marcas” políticas en vez que sus nombres por ejemplo “CAP” y “El Tigre”, de Carlos Andrés Pérez y Eduardo Fernández, respectivamente.
Cada actor político debe convertirse en un comunicador audaz, sea de forma directa o indirecta empleando los diferentes medios de comunicación social, de esta forma el dirigente podrá utilizar diferentes herramientas en procura de alcanzar la meta de la persuasión del receptor, es decir, el elector.
Desde el artículo de opinión, la nota de prensa, la rueda de prensa, o pasando por la entrevista el política debe insistir en la promoción de su discurso político para penetrarlo lo más posible entre la opinión pública. Para convertirse en un buen comunicador político existe unos principios básicos: Relevancia (mensaje apropiado al auditorio específico), Sencillez, Definición (Definir conceptos antes de emitir ideas), Estructura (el discurso debe poseer hilaridad y coherencia), Repetición (redundar en los tópicos claves del mensaje), Comparación y contraste, y por último Énfasis.
El profesor Rafael Yanes Mesa conceptualiza el termina de comunicación política como “la base sobre la que el político construye su edificio comunicativo. Es una obra arquitectónica que tiene que estar perfectamente planificada en su integridad”, mientras que el marketing se encierra en las técnicas de la venta de un producto, que siempre será realizada por empresas especialistas en esta área, mientras que la comunicación política debe ser realizada directamente por el dirigente y/o candidato.
En la comunicación política se debe crear un ambiente propicio donde se entrelace el pensamiento del poder político y las respuestas de la sociedad, edificando un diálogo permanente, que en la actualidad se ve reforzado a través de los métodos de la comunicación 2.0 (twitter, facebook, blogs).
Mientras que el marketing político se encarga de mercadear la imagen del candidato, de vender el perfil de este en términos más comerciales que de relación político-interpersonal, las comunicaciones se basan en incentivar una retroalimentación entre ambos, sólo afectada en determinados casos con la mediación de ciertos medios de comunicación.
@jdsolorzano/ solorzano.dj@gmail.co
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