La mente del elector

Columna 2 Mar de Leva

“Las derrotas electorales ocurren en el mismo lugar donde ocurren las victorias: En la mente del elector”, esta frase recogida en uno de los trabajos publicados en la página web www.psicociudad.com, describe claramente uno de los tópicos más importantes de las “guerras electorales” el dominio de los mensajes más impactantes en la mente de los votantes, que es en simple cuenta, el objetivo de la comunicación y la psicología política.
Toda campaña electoral debe ser entendida como una guerra, donde existen varios campos de batalla como por ejemplo: La comunidad (donde la pelea es cuerpo a cuerpo, donde el candidato medirá su carisma en el proceso interpersonal), las vías públicas (vallas publicitarias, murales, etc.), los medios de comunicación tradicionales (prensa, radio, televisión), comunicación alternativa (redes 2.0, twitter, facebook, youtube y blogs), pero todos estos aspectos se resumen en la gran lucha que se libra en el subconsciente de los electores.
Cuando se inician campañas comunicaciones en el ámbito político se deben realizar estudios del comportamiento psicológico de los electores, determinar los aspectos sociales y emocionales que mayor efecto poseen en las masas e incorporarlos al esquema discursivo del candidato. De esta forma se construirá el camino hacia el triunfo electoral gracias a que cautivamos la mente del votante.
En cada elector se presentará una batalla, algo así como la lucha del bien y el mal dentro de cada persona, quien incida correctamente entre los anhelos, valores y expectativas del individuo alcanzará que aquél se incline hacia determinada opción. A pesar de que las campañas giran entorno a los mensajes destinados a los diferentes grupos sociales y que tratan de obtener respuestas positivas en los diversos sectores que convergen en la sociedad, también es un pelea cuerpo a cuerpo entre el “yo votante” y el “yo candidato”: Es el resultado de la empatía que nace entre el abanderado y en la individualización del universo electoral.
Los ciudadanos escogen como su opción a gobernar, sea una alcaldía, gobernación o la presidencia, a aquella persona que crea más capaz para solventar los problemas, que representen la visión parecida al elector (sea esta natural o inducida) y que exista una identificación entre ambos. La penetración de los mensajes de campañas serán efectivas si estás se parecen al votante y sean fácilmente digeribles por las masas. Esto nos dirige directamente a la mente del elector.
Si logramos “enganchar” por la lógica o por las emociones al cerebro del votante, éste apoyará la opción promovida, sino empleamos estos métodos la ruta de persuasión comunicacional¬-política será más ardua y empinada.
@jdsolorzano/ solorzano.dj@gmail.com / www.josedionisiosolorzano.blogspot.com

Comentarios

Entradas populares de este blog

Salvar Vidas en Anzoátegui

Maritain y el Estado

Dimensión humana de la economía