¿Tuitear es un delito?
Mar de Leva-. ¡Delito! Para el gobierno socialista de Venezuela ser
un actor activo y crítico a través de las nuevas plataformas de tecnología 2.0
es un crimen que tiene que ser castigado.
En este momento varios tuiteros
venezolanos se encuentran en los calabozos de la policía política por el simple
y llano pecado de informar lo que acontece en el país mediante las redes
sociales.
¿A qué responde esta actitud del
Gobierno? La respuesta se resumen a una simple palabra: MIEDO.
Primero el Gobierno venezolano
desestimó el papel de las Redes Sociales en la dinámica comunicacional y
política, el mismísimo Hugo Chávez emprendió una andanada de calificativos
despreciativos contra las aplicaciones de comunicación modernas, sobre todo
hacia el Twitter.
Al cabo de poco tiempo Chávez
tiene que dar marcha atrás y recoger sus palabras cuando da inicio a lo que
pomposamente calificó como la “Guerrilla Comunicacional” siendo la vanguardia
de esta táctica su cuenta en la red de los 140 caracteres: @ChavezCandanga.
Ahora desde la cúpula del poder madurista se habla de
desestabilización mediática mediante el uso de las redes sociales ¡Puro y llano
temor!
Entre los tuiteros venezolanos tras las rejas están Inés Margarita
González Árraga (@InesitaTerrible), Víctor Andrés Ugas (@victorugas), Leonel Sánchez Camero (@anonymuswar), Ginette Hernández y Lessy Hernández, ambos implicados de estar involucrados en el
grave delito de manejar la cuenta de @hiipolita, y a éstos se le suman el joven
de 18 años Abrahan David Muñoz Marchán quien manejaba su cuenta @abrahamdz.
Es sorprendente ver como la red, el mundo del Social Media, puede
generar una crisis de estabilidad en un gobierno asentado en una colina de
barro.
Comunicacionalmente podemos afirmar varios aspectos de este caso
venezolanos:
1-. El Gobierno no se siente sólido para mantener ningún foco de
crítica, ni siquiera en el mundo del
Internet y de las Redes Sociales.
2-. Las puestas en escena, como el programa de televisión del
presidente de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello, simplemente buscan
generar temor entre los usuarios de las redes sociales para que reduzcan sus
ataques en contra del Gobierno.
3-. La intolerancia gubernamental también pretende cerrar filas con el
sector más radical de su base.
Es ampliamente conocido en el mundo que las redes sociales aplicadas
con meticulosa técnica comunicacional puede tener un efecto devastador en
contra cualquier gobierno. Miraflores al ver las barbas de los árabes ardes,
tras de la denominada “Primavera Árabe”, y analizar lo sucedido durante las
protestas en Brasil contra Dilma, trata de huir hacia adelante bajo una técnica
de silenciar todo.
Es indispensable recordar que el objetivo del Gobierno venezolano
siempre ha sido mantener lo que ellos califican como la “hegemonía
comunicacional”, eso empezó con las estaciones de radios, siguió con los
canales de televisión, está en pleno proceso con la prensa escrita y no han
descuidado la red y su influencia social.
¡El miedo es libre y el Gobierno de Nicolás Maduro lo ejerce sin
desparpajo!
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